Azkorri.

De Hendaya, creo, fuimos directos a San Juan de Gaztelugatxe, pero una llamada a Urtzi y cambiamos de planes...
Así pues quedamos con él y con Josu en la pequeña playa de Azkorri. Ya la conocía del año pasado, y tiene unas vistas bastante limitadas, pero interesantes rocas, muy variadas para componer.

Si en el Pirineo tuvimos malas luces, y en Las Gemelas parecía que nuestra suerte cambiaba... una tarde gris y desapacible nos esperaba, y la verdad es que le pusimos más empeño a la conversación con los viejos colegas que a hacer fotos, jaaajaja.
De hecho, creo que Enrique ni sacó la cámara...

Y cuando llegó la noche, unas luces extraterrestres nos envolvían, pero la verdad es que era más bonito de ver que de fotografiar... aunque Urtzi creo que encontró algo... que el tíoparecía un perro de presa, allí venga a probar, y a probar... y es casi un consuelo comprobar que hay gente más "enferma" que uno mismo... jajaja.

Al cabo de unos días, teníamos otra tarde medio tonta, y decidimos darle otra oportunidad... el cielo totalmente despejado. No damos una.

Pero una intensa neblina parece que nos permitirá captar un contraluz relativamente suave. Y cómo no, un pedazo de barco decide salir de puerto en el momento menos oportuno... cagüén!! si es que hay que ser gafe hasta los topes!!!!

Y poca cosa más "enseñable" salió de esta playa... eso sí, las dos veces, mientras volvíamos ya de noche, encontramos unos cuantos ejemplares de sapo corredor, que viven en las dunas y lagunillas de agua dulce de esta peculiar playa... sin duda lo mejor, los sapos. (y la compañía!!!)

Manual de Rawtherapee 3.0.0.6. Procesar raw en linux.

Hace unos meses publiqué un tutorial de procesado de raws con el Rawtherapee 2.4.1. Y me ha sorprendido la enorme cantidad de visitas que tiene.
Ahora aprovecho que han liberado una nueva versión estable (es un decir, que peta bastante, jeje) para presentaros un nuevo manualillo. En esta versión he comprobado bastantes mejoras, pero hay alguna cosilla que pulir...

Esta es la miniatura de publicación en espacios web.

La interfaz en sí ha cambiado muy poco. Podemos variar el color de fondo del programa, a mí me gusta un tono cercano al gris neutro, más bien oscuro... se puede variar en PREFERENCIAS, así como el idioma, incluso el tamaño de la fuente, muy útil para su uso en monitores pequeños (portátiles).

Una de los cambios que más me gustan es la posibilidad de abrir varias pestañas con diferentes fotos, para lo que desde el visor de la carpeta, clicamos dos veces en la foto que nos interesa, y se abre una pestaña con esa foto. Si volvemos al botón de la carpeta (FILE BROWSER) podemos clicar otra foto y se nos abrirá otra pestaña, y podemos ir trabajando varias fotos a la vez (si no tenemos bastante con una ¡¡!!!)
Durante el procesado, el programa tiene un "semáforo" que nos indica si está trabajando o está en reposo... rojo, está aplicando algoritmos, verde, está en reposo.

Me gusta configurar el RAWTHERAPEE (=RT) para que me abra los raw en NEUTRAL, lo cual quiere decir que se abre sin ningún tipo de ajuste... algo muy parecido al raw crudo. Y me gusta empezar desde cero.
No os asustáis si veis un histograma muy izquierdado, aunque en la pantalla de la cámara lo viérais bien pegadito a la derecha (como debería ser!). Esto es porque la cámara ya le aplica al raw unos ajustes de luminosidad, niveles, saturación, contraste, etc... (lo mismo que haremos en el RT)

La cuestión, que ya tenemos la foto, sin ajustes, en la pantalla.
Una de las novedades es el preprocesado de la foto en el apartado RAW, puedes escoger el desmosaicado, aplicar un dark frame, eliminar píxeles muertos, etc... no tengo muy claro las funciones de estas herramientas, se agradecería cualquier aclaración!!

Lo que yo hago es aplicar algo de FILTRO DE RUIDO DE LINEA, píxeles dañados, y aberraciones cromáticas automáticas.

Después me voy a EXPOSICIÓN y clico el botón de niveles automáticos, donde el programa ajusta el píxel más oscuro al negro y el píxel más claro al blanco. No hay que confundir esta función con los niveles automáticos de los editores gráficos (PHOTOSHOP ó GIMP), en estos se ajustan por separado cada canal de color, y queda la foto hecha un cromo, jeje.

Acabo de ajustar a mano la COMPENSACIÓN DE EXPOSICIÓN y los NEGROS, si el auto no ha afinado mucho. Y después aplico el CONTRASTE, SATURACIÓN, y después donde pone CURVAS LAB, ajusto el CONTRASTE (de luminancia) y la SATURACIÓN (que vendría a ser el VIBRANCE de otros raweladores).

La foto ya empieza a parecerse a una foto, jeje. Ahora vamos a COLOR ypodemos ajustar el balance de blancos, EQUILIBRIO DE BLANCOS (también se podría hacer al principio del procesado, pero sin contraste, saturación, etc... es difícil valorar). Muchas veces el automático nos aproxima mucho al balance ideal.
Hay dos deslizadores:
- el de temperatura: azul-rojo.
- el de tinte: magenta-verde.

Volvemos a la pestaña EXPOSICIÓN y acabamos de ajustar la luminosidad y los negros, y también en la función SOMBRAS/LUCES ALTAS bajamos algo las luces (si es necesario), subimos las sombras (si es necesario) y lo que es realmente interesante, aplicamos CONTRASTE LOCAL, que aporta mucha sensación de textura y detalle, así como un aspecto a la foto de más nitidez.

En esta foto es evidente que al estar tomada con un gran angular, el horizonte presenta una ligera curvatura, que se puede corregir en la pestaña TRANSFORMAR y en la función DISTORSIÓN... o bien la podríamos exagerar para simular una foto tomada con un objetivo "ojo de pez".

Y ya la tenemos casi lista, nos vamos a la pestaña DETALLE, y aplicamos CONTRASTE MEDIANTE NIVELES DE DETALLE, que es una especie de contraste local, que resalta las texturas.
Si es necesario aplicamos REDUCCIÓN DE RUIDO, y es en este apartado donde no acaba de funcionar muy bien esta versión del RT, ya que apenas no le veo resultados... y en algunas fotos tiradas con ISO bajo y no mucho tiempo de exposición aparenta bastante ruido. No sé si es debido al desmosaicado, a la correción de luminosidad... HELP!!!!

La cuestión, es que para finalizar tenemos que darle a la foto la tan deseada nitidez: MÁSCARA DE ENFOQUE, en este apartado es muy importante descubrir los parámetros adecuados, ya que cada sensor tiene unas necesidades diferentes... en este caso, podéis ver los que le aplico a la NIKON d7000.
Es importante la función de CONTROL DE HALO, aunque quizás sea mejor no abusar del enfoque... y en todo caso, darle otra pasadita de máscara de enfoque en el tif.

Para quien quiera conservar los datos exif, hay que ir a la pestaña METADATA y clicar donde pone EXIF y aparece un botón algo más abajo donde clicamos CONSERVAR, con lo que se nos guardan los exifs.

Y ya podemos guardar la foto, clicamos el botón izquierdo de los tres botones pequeñines que hay debajo de la foto, a la izquierda.
Y SE ACABÓ!! Todos estos pasos, más o menos automatizados son un par de minutos escasos.

Clicar para verla en grande. Escalada en el GIMP sin aplicar ninguna  tipo de enfoque.

Me gustaría hablar también del ecualizador HSV, donde tenemos un control tremendo de los colores, los ajustes se pueden hacer:
Al tono: En este caso la arena que era rojiza se ha vuelto más amarilla y el azul del cielo más magenta.

A la saturación: He desaturado el rojo de la arena y he saturado los azules del cielo.

Al valor (luminosidad): He oscurecido los rojos de la arena y he aclarado el amarillo de las rocas y el azul del cielo.

Estos ajustes habría que hacerlos después de ajustar el balance de blancos. Aunque yo no lo uso casi nunca, es muy interesante.

Espero que os pueda ser de ayuda y, sobretodo, se agradecería cualquier corrección y/o aportación... que me parece que esto del rawelado nos supera a todos, jeje.
Saludos!

Me gustan las Gemelas.

Pues nos habíamos quedado en cierto lugar de los Pirineos, donde apenas hay agua superficial, donde las rocas parecen olas del mar...

Y estábamos hartos de nuestra mala suerte con las luces, aunque a nivel descubrimientos y experiencias místico-montañísticas no nos podemos quejar, jeje.

La cuestión es que queríamos ir al Mar Cantábrico... y hasta Hendaya que nos fuimos, buscando unas rocas que había visto en una foto de una compañera de un foro de fotografía, mil gracias Maite!!

Las rocas en cuestión son dos torres de roca laminada, que desde la misma playa de Hendaya parecen iguales, y por eso se llaman "Las Gemelas"... tampoco es que los cantábricos se compliquen mucho la vida con los topónimos ¡¡!!!

Como siempre, vamos a media tarde a investigar las posibilidades de la zona, un buen paseo, y nos maravillamos del lugar... tiene muy buena pinta. Junto a un palacete que hay allí entre las Landas, este trozo de costa es una mina para la fotografía.
Y nos encontramos a un curioso personaje, una especie de guarda forestal, a caballo en plan pistolero... con más pinta de Chuck Norris que de Clint Eastwood, jaaaaajajaja.

En fin, que me pongo con las tonterías... y no acabo. El caminito de bajada a la cala resulta ser bastante expuesto en un tramo, pero al llegar abajo empezamos a husmear encuadres como solemos... allá arriba vemos al jinete que nos mira con los ojos entornados, pero nosotros seguimos a lo nuestro (no sabemos si está permitida la bajada a esa cala, pero tampoco había ningún cartel... creo).

Tampoco es que tengamos mucha suerte con las luces, pero el simple hecho de que el agua es media vida ya nos alegra la sesión. además que hay muchísimas posibilidades. Y la gracia de estar trabajando un sitio sin haber visto apenas fotos del lugar, realmente gratificante.

De estas dos fotos de arriba, creo que me gusta más la primera que sólo sale una de las torres, la veo más elegante, pero por si acaso... mejor hacer las dos, jeje.

Y se nos hace de noche, aunque hubiéramos hecho durar este atardecer mucho más. Tanto nos enamoró el lugar que decidimos (yo decidí, y Enrique no protestó demasiado) volver al amanecer siguiente...

Y de nuevo empieza el baile, pero ahora ya teníamos encuadres en la cabeza, sólo había que ir de unos a otros según pintaran las luces... nubes en el cielo... de todo podía pasar.

Por lo pronto, las luces parásitas bailaban en equilibrio con las luces de la hora azul, y mientras Enrique se fumaba un piti (y se recuperaba del temblor de piernas de la bajada, jaaajaja) me fui directo a este rincón... puñetero pero que me parece precioso.

La forma de las lajas no ayuda a la hora de hacer fotos, ya que marcan unas diagonales tremendas hacia la izquierda, pero las agujas de roca están a la derecha, con lo que todos los elementos descompensan con mucha facilidad las imágenes... decenas de fotos hice aquí, con mínimos reajustes de encuadre... y como no me puedo estar quieto, ese encuadre (casi) perfecto lo pierdo cuando las luces se ponen interesantes... cosas.

Por supuesto, nos vamos cruzando Enrique y yo, como siempre cada uno en su mundo... y además no hay ni rastro del "llanero solitario", y uno está más tranquilo... que eso de ver a un "tipo" en caballo mirándote como valorando quién, cómo y porqué estás ahí, desde lo alto de un acantilado no es algo habitual.

La simple presencia del agua, y el juego que permiten algunos filtros, en concreto los de densidad neutra permiten captar mil caras del agua, más temperamental, sedosa, suave, etc...

Es realmente curioso, que por los pelos coincidimos aquí con otro fotógrafo, Arkaitz Morales, que estuvo justo el día anterior y a nosotros nos lo comentó un par de días después otro conocido en común... y lo más curioso, es que hicimos una foto realmente parecida (el punto de vista).

La luz del amanecer no da directa en todo el año ya que la cala queda protegida por unos acantilados enormes, pero si el cielo se ilumina... qué ganas teníamos ya de unas luces disfrutonas...

Y ya se va acabando la sesión, empieza a hacer ese calor de la cota cero, y me empieza a apetecer un baño... pero no en esta cala, que esas rocas rascan una cosa mala, jeje, así que nos vamos a la playa grande de Hendaya, donde todavía no hay casi nadie, y el agua está serena, preciosa... no hay nada mejor que empezar bien un buen día.

Menuda entrada... jaaaaaaajaja, será por fotos ¡¡¡!!!!!!

El mar de piedra. Larra.

Esta entrada me ha costado prepararla... por las muchas fotos, y por lo poco que me gustan la mayoría... aunque el lugar es tremendo, tuvimos mala suerte con las luces, y con los puntos de vista...

Desde el valle de Lescún subimos hasta el Puerto de la Piedra de San Martín, en pleno macizo de Larra, característico por unos lapiaces magníficos, sin duda de los más extensos de los Pirineos. Y además hay muy pocas fotos desde dentro del macizo... y esa era nuestra idea.

Antes de empezar a hacer fotos nos acercamos al camping de Isaba, y lo encuentro muy cambiado desde la última vez que estuve en él... hace unos años.
Cargamos baterías, portátil, móviles, nos duchamos (me duché tres veces, jaaajaja!!). Estudiamos el mapa y decidimos el lugar para la sesión de atardecer... y nos equivocamos ya que el Sol nos queda justo a la espalda, además un viento fortísimo nos fastidia bien... Si no puedes con tu enemigo, únete a él!!!

Y los trípodes parece que están contentos, toda la tarde bailando a ritmo de twist, jeje.

Vamos probando composiciones, en espera de la luz buena... que nunca llegará. Una nube en el oeste nos tapa la luz cálida del atardecer. Pero vemos allá lejos otro posible lugar...
Y nos volvemos al coche, dando una pequeña vuelta involuntaria por medio lapiaz, jeje, que por la noche todos los gatos son pardos, y aquello es un verdadero laberinto.

A la mañana siguiente no "hacemos amanecer", pero nos calzamos una buena excursión por los hayedos de Belagua... tremendo lugar, salvaje, aislado, solitario...

Y volvemos al camping, y me vuelvo a duchar, jaajaja.

Estudiamos el mapa a ver cómo llegar al lugar que vimos a la víspera anterior, y lo encontramos. Enrique está agobiado del calor y de la mala suerte que vamos teniendo con las luces.
Y para qué nos vamos a engañar... yo también empiezo a estar un poco harto, que parecemos locos persiguiendo un sueño (y acaso lo seamos).

Y empezamos a tener ganas de irnos a Euskadi, a sus playas, a sus bosques... a caminar diez minuticos y empezar a hacer fotos... De hecho, le propuse a Enrique de subir a hacer un último vivac, y él me miró raro, y después miró alrededor... creo que buscando una buena grieta entre las piedras donde tirarme... pero él no tiene carnet de conducir, y eso me salvó, creo.

Pero mientras tanto nos toca caminar... subimos a media tarde bajo un Sol implacable, y me lo paso de miedo observando el impresionante paisaje, haciendo fotos de detalles, asomándome a los enormes "agujeros" en las rocas... como le decía a Enrique, hay zonas que me recuerdan a un glaciar, pero de roca.

La tarde pinta muy bien, el lugar es espectacular... diferente. Y estamos animados. Buscamos encuadres, vamos paseando y disfrutando cada roca, cada textura, cada dibujo en la piedra. El curioso contraste entre las zonas de lapiaz y los prados alpinos...

Pero al final, a la hora mágica... de nuevo, se tapa al oeste, y nos fastidia las luces...

Pero después de las horas dedicadas para llegar aquí nos resistimos a lo evidente, y probamos y probamos, y si alguien nos viera pensaría que había un espectáculo de luces que sólo podíamos ver nosotros dos, jaaajaja.

Y ya hartos, nos fuimos a dormir, en la furgo allí abajo mismo... yo aún tenía ganas de volver al mismo sitio al amanecer... pero no me levanté... jeje. Empezábamos a ser una triste sombra de lo que solemos, jaaajaja.

Ya nos apetecía ver el mar, siempre agradecido para hacer fotos...

Ansábere en panorámica.

Y hacer grande lo que es pequeño... jaaajaja.
Os dejo una foto en pequeño, si la queréis ver grande pinchar en la de abajo.

La foto en grande, 6 fotos, en vertical, procesadas con el Rawtherapee 3.0.0.6, unidas con el HUGIN y ajustes con el GIMP:

Saludos!

Los pastores de piedras.

Después de Bujaruelo, teníamos una seria duda... no sabíamos si dirigirnos al Vignemale por Oulettes, al Midi d'Oussau o al valle de Lescún... al final ganó la tercera opción.
Y venga a pasar metros de asfalto por las ventanillas de la furgo, evitando las grandes carreteras del norte de los Pirineos, sin demasiada prisa...

Y llegamos a Lescún, y nos aproximamos hasta el final de la pista que sube a las Granjas de Ansàbere, bajo las impresionantes agujas homónimas.

Subiremos a media tarde, lo justo para llegar hasta el ibón de Ansábere y comenzar a hacer fotos. Nos sorprende ver la actividad ganadera de la Cabaña, con un buen rebaño de ovejas, y un par de mastines. Estampa que ya es bastante rara en nuestra cordillera.

No habíamos estado aquí ni Enrique ni yo, pero habíamos visto fotos del lugar... y cómo miente la fotografía, jaaajaja. Aunque en el mapa resultaba evidente las dimensiones del ibón... al llegar allí arriba, la desilusión es enorme... un rinconcito pequeño, y no demasiadas posibilidades.
Quizás es que inevitablemente comparamos con los grandes paisajes que hemos estado viviendo, y las comparaciones son odiosas.

Además, la clásica del lugar, que son las cimas lejanas de Ansàbere, Mesa de los Tres Reyes, reflejadas en el lago, se nos complica a la tarde por un contraluz despiadado, además de un vientecillo que se lleva los mosquitos, y el reflejo.

EL  campamento, por la mañana.

Cenamos algo y a los sacos. No llevamos tienda. Y empezamos a ver que el cielo se ilumina con rayos de una tormenta... y empieza a llover.
Metemos todo, excepto los trípodes y las botas dentro de las fundas de vivac (que es un cubresaco de tejido impermeable... casi) y nos resignamos a pasar una noche de perros.
Pero al cabo de un ratito deja de llover, y me duermo de seguida. Justo antes del amanecer me despierta un ruido, como un ronquido de Enrique, pero con movimiento de piedras incluido, y resulta ser una familia de jabalís que pasan justo a nuestro lado. Y me vuelvo a dormir, como un bendito.

De nuevo el vientecillo nos "roba" el reflejo, excepto momentos muy puntuales. El lugar es realmente hermoso, las cimas majestuosas, más pequeñitas que las del Pirineo central, pero realmente bellas de formas ...

Y es un placer estar en uno de esos paisajes limpios y con carácter, y sentirse pequeño y grande a la vez.

Y otro cielo sosete, qué se le va a hacer. Para "salaos" ya estamos nosotros... jeje. Lo que llegamos a reír con los primeros rayos y relámpagos de la noche...

A los pies de los Gigantes.

Cruzando varios Puertos de montaña, míticos por el ciclismo, y llenos de ciclistas, nos fuimos acercando a uno de los lugares más famosos de los Pirineos... Gavarnie.

Llegamos al pueblo de Gavarnie y vemos al fondo la enorme cascada, la más alta de Europa, o casi, según fuentes... Lo que no hay manera de encontrar es el camping... preguntamos en nuestro exquisito francés, y nos responden en inglés, con cara de lástima, jaaaaaaaaaa!
Cientos, miles de turistas lo abarrotan todo y apenas se puede circular por el pueblo, niños con cara de susto encima de ponis y mulas, casi parece que estamos en unos grandes almacenes...

Nos tomamos la tarde de descanso, cargamos baterías... hasta que decidimos ir a dar un paseo hasta la Cascada...

Y se me ocurre la idea de subir alto... muy alto, para hacer la foto de la cascada desde arriba, desde el inicio de las escaleras de Serradets... pero está muy seco, sólo baja la Gran Cascada con agua... en primavera esto es un festival de agua. Ahora presenta un aspecto tétrico.

No me gustan demasiado las fotos que hice... qué se le va a hacer.

Cuando estamos a media bajada vemos que el resplandor alpino tiñe el circo de una luz suave y rosácea... Enrique se queda allí mismo y yo salgo corriendo hacia el río... y descubro, desolado, que éste era "el sitio". Entro en el río con las botas de montaña...

Y es curioso que en lo más bonito del día, con esas luces del atardecer y el crepúsculo no hay NADIE contemplando el paisaje.

Al día siguiente no hacemos amanecer... que no es vida! además está el tiempo realmente encapotado. Nos recuperamos algo y miramos mapas... subiremos a Bujaruelo, a echar un ojo.

El lugar tiene muchas posibilidades, aunque están casi todos los "laguitos" secos, y eso nos disminuye la posibilidad. Y llueve. Para, salimos, y llueve. Volvemos a la furgo. Salimos, llueve... Pero se dan esas luces que siempre me gustaron, con esos cielos "negros" de las tormentas.

No me gustan apenas las fotos que hice del lugar, pero las enseño... son las que son.
Los más gracioso (o no, según se mire) es que he perdido todas las fotos de una serie que hice con el "tele", con focales muy largas entre 200 y 350mm, se supone que las grabé en el portátil durante el viaje, pero ahora no las encuentro... estoooo, que vaya pirula, jeje.

Hubo un momento de luz precioso, pero no supe (a ver Enrique) encontrar unas fotos acordes al momento...

Tenemos delante una imponente muralla, por la derecha, los Gabietos, el Taillón, el Casco, los Astazous... el lugar es GRANDE y le damos una segunda oportunidad. Dormimos allí y probamos también el amanecer... sin apenas nubes, la localización no da mucho de sí...

Entonces aparece otro fotógrafo, y es catalán... resulta ser Francesc Muntada, curioso encontrarse por esos andurriales...

Después de una agradable charla, nos despedimos y emprendemos de nuevo el camino al próximo sueño...

PD: de esta localización no me gusta casi nada, pero es curioso que hay muchas fotos en la entrada... jaaaaaaaaaaa!