A veces cuesta mucho decidir qué hacer, dónde ir... Y es que en la actualidad tenemos una especie de autoexigencia a la hora de conseguir objetivos.
Intentar algo y no conseguirlo es fracasar... Y por todos los medios, buscamos el camino del éxito. No es algo malo, aunque puede llevar camino de la frustación...
La cuestión es que teníamos una tarde para una sesión de fotos, y después de valorar la meteo y el estado de los tonos otoñales nos decantamos por una sesión de mar... A la costa brava!
Cuando llegamos hay pocas nubes, pero la previsión es de un cielo nublado al 80%, así que tenemos fe, y persistimos en nuestra idea.
Y nos ponemos a trabajar.
Es un día caluroso y por el camino de ronda no para de pasar gente, haciéndose fotos, retratos que después enseñarán a los familiares, a los amigos, en el trabajo, etc...
Hoy día ya no somos sólo lo que tenemos, sino lo que hacemos... Con la llegada de las cámaras en el bolsillo (smartphones) parece ser que somos las fotos que tenemos y, sobretodo, somos las fotos que enseñamos.
Pues bien, me toca enseñar mis fotos, otra vez, aunque las mías no están hechas con un teléfono sino con una vulgar, simple y anticuada cámara de fotos, que ni sirve para leer libros, ni jugar al POU, ni enviar un mensaje...
Es una sesión de aquellas que puede pasar de todo y, debido a nuestro historial, tampoco parece preocuparnos mucho. Vamos haciendo fotos, y las luces van evolucionando satisfactoriamente, como los niños aplicados en el cole.
Cuando se está poniendo el Sol, casi de repente, parece que el cielo se ilumina, y la luz baña el paisaje, difusa, reflejada en los preciosos bolos de la cala.
Es un contraluz difícil, y de unos cuantas olas, los filtros se me han quedado llenos de salitre. Imposible seguir usándolos. Pero no hay que dramatizar y sigo haciendo fotos, sin filtros. Disparando varias exposiciones para después fusionarlas en casa.
Y tal como vino, la luz se fue... Perdía intensidad pero no belleza, ya cuando a simple vista no se veían colores, ni texturas... El sensor de la cámara conseguía ir más allá.
Hasta que los tonos se vuelven fríos, y nos vamos a casa con el corazón caliente, ya pensando en la próxima... Y rascándonos todas las picadas de los mosquitos que, como el calor, se resisten a marcharse.
Intentar algo y no conseguirlo es fracasar... Y por todos los medios, buscamos el camino del éxito. No es algo malo, aunque puede llevar camino de la frustación...
La cuestión es que teníamos una tarde para una sesión de fotos, y después de valorar la meteo y el estado de los tonos otoñales nos decantamos por una sesión de mar... A la costa brava!
Cuando llegamos hay pocas nubes, pero la previsión es de un cielo nublado al 80%, así que tenemos fe, y persistimos en nuestra idea.
Y nos ponemos a trabajar.
Es un día caluroso y por el camino de ronda no para de pasar gente, haciéndose fotos, retratos que después enseñarán a los familiares, a los amigos, en el trabajo, etc...
Hoy día ya no somos sólo lo que tenemos, sino lo que hacemos... Con la llegada de las cámaras en el bolsillo (smartphones) parece ser que somos las fotos que tenemos y, sobretodo, somos las fotos que enseñamos.
Pues bien, me toca enseñar mis fotos, otra vez, aunque las mías no están hechas con un teléfono sino con una vulgar, simple y anticuada cámara de fotos, que ni sirve para leer libros, ni jugar al POU, ni enviar un mensaje...
Es una sesión de aquellas que puede pasar de todo y, debido a nuestro historial, tampoco parece preocuparnos mucho. Vamos haciendo fotos, y las luces van evolucionando satisfactoriamente, como los niños aplicados en el cole.
Cuando se está poniendo el Sol, casi de repente, parece que el cielo se ilumina, y la luz baña el paisaje, difusa, reflejada en los preciosos bolos de la cala.
Es un contraluz difícil, y de unos cuantas olas, los filtros se me han quedado llenos de salitre. Imposible seguir usándolos. Pero no hay que dramatizar y sigo haciendo fotos, sin filtros. Disparando varias exposiciones para después fusionarlas en casa.
Y tal como vino, la luz se fue... Perdía intensidad pero no belleza, ya cuando a simple vista no se veían colores, ni texturas... El sensor de la cámara conseguía ir más allá.
Hasta que los tonos se vuelven fríos, y nos vamos a casa con el corazón caliente, ya pensando en la próxima... Y rascándonos todas las picadas de los mosquitos que, como el calor, se resisten a marcharse.
Últimamente no sé qué tienes con los mosquitos pero... yo me lo miraría, jejejeje!!!
ResponderEliminarQué bonito es eso de estar sacando fotos e ir viendo que la cosa cada vez se está poniendo más bonita, eh?!
Espectacular la luz del primer plano de la 1ª foto, y espectacular también la 5ª foto. Tal vez con un pequeño error corregible en esta última; esa linea verde de aberración en la roca de la izquierda.
Por lo demás... Ah! Y la falta de repelente para las sesiones ;-P
Pues lo de los mosquitos... Ya no hay excusas no, pero por intentarlo... ¿quién se podía imaginar encontrar una nube de mosquitos en estas fechas????
EliminarLa aberración se me coló, que proceso como disparo... Una metralleta, jaja.
Eskerrik asko, Iker!!! Agur!
Me gusta mucho la composición de la primera, que además me parece muy original. Está un poco inclinada a la derecha. Excelente luces en el resto, una gran serie Antonio. Un saludo
ResponderEliminarMe di cuenta de la inclinación al subirlas a blogger, a ver si la arreglo y la pongo bien, muchas gracias José!!
EliminarDe esa primera foto, me gusta mucho la luz, sí, pero la compo era complicada... me estuve un buen rato con ella.
Abrazos!
Bona sèrie i interessants reflexions. Frares i bona llum són sinònims de bones imatges.
ResponderEliminarAmb el temps les fotos han perdut valor. Qualsevol les pot fer amb el telèfon i enviar-les immediatament a milers de Km. Han passat a ser un objecte de consum més. Abans, en l'època del rodet, fer-se fotos era una cosa excepcional i la gent es feia àlbums familiars o d'esdeveniments...
Jo tinc una foto del meu besavi que guarde amb molta cura, d'aquells temps en què la gent anava a retratar-se :-)
Les coses canvien, sens dubte, això no és bo ni dolent de per si. Però el que està clar és que hem se ser conscients... No m'agrada sentirme aborregat, com sembla que és el que ens toca... Ém resulta ben curiós veure com l'èsser humà es deixa arrossegar per la inèrcia ... ;-)
EliminarVinga company! Salut!
¡Buenas serie! La segunda me parece que está un puntito por encima del resto, sobre todo porque creo que todo un acierto incluir ese resto vegetal que el mar ha depositado entre las rocas, y no solo por sus atractivas formas y texturas, sino porque, en cierto modo, nos cuenta una historia.
ResponderEliminar¡Saludos!
Hola Federico! La verdad es que me dio faenilla el tronco, y encontrar un encuadre que le sentara bien. Después me fui a otro rincón de la cala y me olvidé de él... jaja.
EliminarPor aquí me dicen lo mismo, que esa tiene algo que contar ;-)
La primera y la segunda tienen su gracia, de la segunda me atrae el ligero desenfoque del fondo, la primera tiene mucha profundidad. El atardecer bien guapo, ya no os acordabais de lo que eran las lucecitas de colores, eh?
ResponderEliminarYa te digo, menudo curro procesar esos rojos que se queman a la mínima... Y no pasarse con los tonos, y que parezcan paisajes marcianos, jaja
EliminarUna serie de este lugar muy guapa Antonio, esos hitos son bestiales como fondo y tu supiste buscar unos primeros planos bestiales.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias tocayo! Pues sí, es un rincón muy disfrutón de jugar, y difícil. Con sólo mover la cámara un palmo, el primer plano funciona, o no 8^)
EliminarGracias por pasar!!
Hola Antonio, las tomas guapísimas...buen buscadas y coloridas.....pero ne se que pasa, no hay un horizonte recto.... o falta de nivel o aberración de la óptica...tú dirás.
ResponderEliminarsalut
joan
Soy de horizontes caídos, qué se le va a hacer... jaja.
EliminarEs una mezcla entre deformación de barrilete en el GRAN angular y que no miro demasiado el nivel... ;-)
Salut i merci per passar!!!
Hola;
ResponderEliminarSuelo venir por aquí para ver las fotos y como sois profesionales, me digo, que igual se me pega algo y aprendo técnicas.
Esta vez entro para pedir un favor. Tengo que comprar una cámara de fotos (después de la última caída de la que tengo, las fotos ya no son lo mismo) y me gustaría acertar con ella.
Para tener en cuenta:
-Soy aficionada.
-Dejo una SONY DSC- T700
-Me gusta llevarla siempre conmigo, por lo tanto que sea pequeña.
-Fotografío "bichitos", (necesario buen macro).
-También quiero fotografiar aves, (buen zoom).
-¿Precio? alrededor de 600 €
Agradecería opiniones, y de todas formas gracias por leerme.
Saludos
Hola María!
EliminarGracias por el piropo sobre las fotos 8^) Sólo puntualizar que soy profesional de ésto. Aficionado también. Con años de más productividad y otros de menos...
Sobre el tema del equipo, lamento no poder ayudarte, que ahora mismo no estoy al día de lo que se cuece en el mercado, aunque creo que lo que más prometedor parece ahora son las ligeras cámaras estilo NEX-5 de sony, o las olympus de objetivos intercambiables, etc... Más pequeñas que las reflex pero con buenos sensores. Y con muchas ópticas disponibles.
Si no, siempre te quedaría la opción de alguna compacta avanzada, estilo Canon G, o la Canon s-105... (no sé cuales son las versiones actuales).
Lo único que sí te recomendaría es que no busques "todo" en una compacta, ya que no tendrás "nada"...
En fin, no te puedo decir mucho más.
Bueno, pues ya me has dicho bastante, tendré muy en cuenta esa recomendación final.
ResponderEliminarSaludos y gracias de nuevo.