jueves, 1 de septiembre de 2011

El espejo del mundo.

La siguiente localización era el macizo del Neouvielle, justo pasado el Túnel de Bielsa.

La última vez que había estado en el macizo del Neouvielle me dejó un importante depósito grabado en forma de recuerdo. Sin duda es una de aquellas regiones que aúnan lo agreste, lo inerte, y lo humano...
Uno de esos parajes de montaña pura y dura, en el que podemos encontrar todos los ingredientes que representan los Pirineos. Hacía ya siete años.

Esta era una localización segura en este viaje fotográfico, Enrique no lo tenía tan claro, ya que no conocía el lugar, pero quedó muy gratamente impresionado.

El acceso al aparcamiento de los lagos d'Aubert y Aumar está restringido durante el día, pero al caer la tarde (cuando se van los cientos y miles de turistas) se puede subir con vehículos particulares... perfecto!

Nada más llegamos al lugar nos damos un "paseito"... para buscar encuadres y respirar libertad. Y casi no nos da tiempo de volver a la furgoneta a buscar los cacharros... puñetero estrés!! La subida a todo trapo mientras me voy comiendo un buen mendrugo de pan... menudas vacaciones, jaaaaaaa!!



Y empieza la fiesta... suave, serena. Como corresponde con el lugar.

Enorme la superficie de agua, preciosas las verticales cimas de la zona... buenos ingredientes para disfrutar haciendo fotos sencillas, sin mucha complejidad compositiva... pero es que hay veces que no es necesario potenciar sensaciones al extraer la belleza de un determinado lugar.



Incluso, me da por probar un brutal contraluz y veo, sorprendido, que el sensor no tiene ningún problema en captar toda la información.



Y nos vamos a dormir, que estamos cansados... y mañana hay que madrugar.



Y madrugamos. Pero no sé cómo, estamos de nuevo subiendo en la oscuridad a una velocidad impensable... empieza el resplandor alpino, y nosotros aún en camino... cachis!!

Un vientecillo nos mata bastante el reflejo del Neouvielle y el Ramoung, pero a mí me gusta particularmente ese reflejo tan desvaído.



El "alpenglow" es un fenómeno que siempre sorprende cuando lo "ves" en la pantalla de la cámara ya que al natural, es tan sutil el tono de la luz, que muchas veces puede pasar desapercibido...

Cuando se acaba el resplandor alpino, hay unos minutos de luz fea y sosa... y entonces llega el Sol.



Y apretamos el disparador una y otra vez, y buscamos con inquietud los encuadres de la sesión anterior, pero algunos de ellos dejan de tener validez con la nueva orientación de luz... me cruzo con Enrique un par de veces, pero casi ni nos miramos, como desconocidos en una gran ciudad.



Hasta que la luz se vuelve demasiado dura, e incontrolable... y veo a Enrique sentado en una roca fumándose un "piti" y me doy cuenta de que ya se ha acabado la sesión... que sólo estoy jugando con la cámara... y que es el segundo día de catorce.
Recogemos bártulos y desayunamos... antes de volver a coger la furgo e ir a...


lunes, 29 de agosto de 2011

Donde sueñan las hadas.

Hay un lugar con una magia especial en los Pirineos, un lugar diferente a cuanto le rodea... y es en ese sitio donde descansa un ser legendario, una "mora" o "fada d'aigüa"... y aunque es casi imposible de ver... se siente su influjo, además esta fada del lugar es muy maniática con el orden, y de ahí ese paisaje tan curioso, tan límpio.


Este es el inicio de una particular aventura fotográfica, una auténtica lucha contra los Molinos (en parte por nuestro curioso parecido a esa extraña pareja que eran Don Quijote y el fiel Sancho)...
Y nuestra primera parada fue este lugar, el Ibón de Plan, o Bassa de la Mora. En el macizo del Cotiella.
En varias ocasiones lo he visitado, en invierno y en verano, pero nunca vine con el objetivo primordial (y diría que único) de hacer fotos, como en esta ocasión.

Salimos de Barcelona a mediodía, justo el tiempo de viajar, subir por la pista lo posible y llegar hasta la zona del lago, con intención de dormir al raso...


Al llegar al Refugio de Lavasar, unas luces ya prometedoras nos impulsan a caminar rápido y es llegar, tirar las mochilas y sacar los bártulos y empezar a hacer fotos como posesos...


Nos encontramos con el ibón medio vacío, cosa normal en agosto, y eso nos fuerza a buscar otras composiciones, con el inconveniente de estar muy cerca de las paredes y tener que tirar mucho de angular... y aún así hay encuadres que se nos escapan.



Después, repasando las fotos nos damos cuenta de que hemos hecho algunos encuadres casi idénticos, aunque algo mejores los míos ¡¡¡!!!!!!


Cuando las luces del Sol se apagan, nos llega el esperado resplandor alpino, una de las maravillas de la montaña.



Y va llegando la noche, y las estrellas... y la Luna.



Y se nota que es la primera sesión. Seguimos disparando, una y otra vez... hasta que ya no conseguimos nada decente y/o nos vence el sueño... cenamos algo ligero y dormimos como benditos bajo unos pinos y en el hotel del millón de estrellas, unas cuatro horitas. Y comienza un nuevo día, esta vez con luces menos favorables por la orientación de las paredes, pero como siempre, hay que aprovechar lo que se nos da...


Hace rato que se oyen cencerros (más de los habituales en mi cabeza ¡¡¡!!!!!) y al final aparecen, las vacas. Confío en que se dirijan hacia Enrique, jeje, pero vienen todas en mi dirección, a pisotearme toda la orilla para beber, me aparto que parece que vienen del Sáhara y después una nube de moscas (literal) se encaprichan de mi Nikon (es evidente que las moscas entienden de cámaras) y tengo que ir a dar un par de carreritas por media montaña hasta que se van y puedo hacer la última serie de fotos... con cara de estar flipando... las moscas se veían en la foto!!!



Cuando ya el Sol mata todas las sombras, recogemos y volvemos a la furgo, a continuar nuestro peculiar viaje a Ítaca, pensando ya en la próxima etapa, y en las "fotazas" que nos esperan como uvas maduras... sólo esperando que alguien las recoja... seguro! jeje.


viernes, 29 de julio de 2011

Comparativa de procesadores RAW libres.

Buenas compañeros, pues nada, aquí ando trasteando programas...
En esta ocasión he querido mostrar una comparativa de diferentes programas de procesado de archivos Raw, a partir de ahora raweladores. Eso sí de software libre. Algunos de ellos están disponibles para windows o mac.
Pero en principio esta entrada está pensada para los usuarios de GNU/linux. En mi caso, UBUNTU.

Para ver las fotos en grande, pinchar encima, para poder valorar mejor.

Ya sabéis que yo uso siempre el Rawtherapee, actualmente la versión 3.01, aunque aún no es estable, me ofrece suficiente usabilidad.
Y después de trastear otros raweladores, sigue siendo el que más me gusta, entre otras cosas, porque su interfaz es más simple, ordenada, y las funciones, aunque no excesivamente extensas sí son suficientes para dejar la foto acabada... a no ser que haya que eliminar algún flare, mota de polvo, o hacer algún ajuste local.

Para la comparativa he usado los que creo que son los más punteros raweladores actuales de soft libre:

El UFRAW, simple, sobrio y eficaz. Aunque el hecho de no tener enfoque le quita algún punto en mi opinión... Sé que se puede integrar con el GIMP para trabajar por zonas y el detalle de la máscara de enfoque... pero aún no me he puesto con ello, y cuando me ponga, dudo que sea capaz de llevarlo a cabo... jaaaaaa!



El DARKTABLE, es una reciente aplicación en el mundo del soft libre... y después del Rawtherapee, el que más me gusta, en parte por la posibilidad de etiquetar, búsquedas y demás. Además el procesado, aunque encuentro la interfaz algo caótica, tiene mucho potencial y calidad.
Detalles como el degradado digital, lo hacen apetecible. Es bastante rápido en los algoritmos.





El PHOTIVO, es impresionante... quizás sea al que menos partido le haya sacado, pero tiene tantísimas opciones... que me supera. Da la impresión de que para sacarle el jugo haya que estarse media vida jugando con los deslizadores...
Como me gusta la rapidez, y la agilidad en los procesados... no me acaba de hacer el peso.
Aunque tienes un control bestial en la imagen final... distintos tipos de enfoque, saturación, ajustes de color, contrastes locales en diferentes "zonas" etc... para mi limitada capacidad, lo encuentro demasiado abrumador, jeje.
Además a cada deslizante que tocas se pone a trabajar, antes de soltar el deslizador en el lugar deseado, eso es un problema. (para evitar esto: abajo a la izda hay un botón que pone MANUAL, para poder hacer ajustes y que el programa no se ponga a trabajar hasta que le das al botón, gracias Manolo).





El RAWTHERAPEE, intuitivo, rápido, con muchas opciones de ajuste... quizás las justas.
Aunque encuentro a faltar el filtro degradado digital y la posibilidad de eliminar motas de polvo.
El control de las luces (altas luces y sombras), de las texturas y el color es sobresaliente.
Tardo entre 1 y 2 minutos en procesar una foto, perfectamente publicable.
Poco más os puedo decir... para valorar, TODAS las fotos de este blog están procesadas con el RT.





Por último, comentar que esta comparativa no acaba de ser del todo justa ¡¡¡¡!!!! ya que el RT lo tengo muy por la mano mientras que los otros raweladores sólo los he tanteado... seguro que con más pericia en su uso los resultados serían mejores...

En todas las fotos, he recortado algo por los laterales y la he reducido a 2000ppx, con una calidad de 80. En ninguna he enfocado ni nada fuera del rawelador. Quizás no haya sido buena idea reducir la calidad de las imágenes... en fin, es que si no pesan mucho.

Por cierto, que en la esquina sup izda he clonado bastante mal el borde del filtro... pero para el caso ya vale, Saludos a todos!

martes, 26 de julio de 2011

Carpe diem. Aprovecha el momento II.

Pues la cura de redbull da sus frutos y este finde tocó dormir poco... jeje.

Era sábado por la noche, salía de trabajar... y comiéndome un bocata cogí la furgo y me fui al Pirineo, a la Vall de Boí, otra vez.
Allí estaban acampados Gorka y Enrique, desde el viernes.
La idea era que yo subiría por la noche hasta los lagos de Tumeneia, haríamos alguna foto espectacular de la zona y después ascenderíamos al Montardo o alguna otra de las grandes montañas que hay por allí...

Llegué al Parking a eso de las 00:30h, "cené" un par de galletas y un trago de aquarius y me puse a dormir... a las 2 de la noche sonaba el espantoso, odioso, y aborrecible "tirurí" del móvil... a despertarse!
Aún no había Luna en la parte baja del valle pero sí se intuía en las crestas de los tresmiles...
Y poner el piloto automático para caminar en lo más oscuro de la noche, a la ridícula luz del frontal... oliendo y oyendo el paisaje. Cuando llego a la luz de la Luna, todo se hace más "humano", vuelvo a ver.



Llego a un rincón bucólico entre el mar de roca que es esa zona de la montaña y me entretengo en hacer alguna nocturna (ya que he salido con algo de margen, en previsión). Hace muchísimo viento, y frío. El cielo está despejado pero punteado por unas bellísimas y veloces nubes lenticulares...


Hasta los primeros lagos el camino me resulta muy familiar, pero después tengo que atravesar una zona mucho más perdedora, sin camino y entre caos de rocas enormes...
Cuando llego al lugar convenido, veo que los colegas acaban de despertarse... perra vida. Y en una media hora el cielo se ha tapado, y las nubes bajas cubren las cimas de las montañas... y chispea.



Aún así probamos y subimos al Estany superior de Tumeneia, el objetivo... nada que hacer.
Desanimados, bajamos y los compañeros desmontan la tienda.
Vamos a dar una vuelta y a buscar encuadres, a conocer el terreno...
En un momento se abre una ventana traslúcida al Sol y pensamos que quizás se proyecte un arcoiris... a los pocos segundos lo vemos.



Encontramos en uno de los lagos un buen manto de sparganiun, y  decidimos aprovecharlo, el
Sol está muy alto, y la luz es difusa... puede funcionar. Coloco el ND 64X, para reducir algo el contraste, para suavizar la superficie del agua y hacer más patente el reflejo del Comalespasa... y sobretodo, para darle a la foto un punto diferente al moverse las plantas con el agua y el viento...



Una primera foto desde arriba, incluyendo un trozo de roca, para dar una cierta "estabilidad" contrarrestando el movimiento de la vegetación... Pero la luz plana hace que la roca apenas tenga volumen.



Entonces meto el trípode en el agua, y compongo la foto usando esas plantas como entrada a la foto, dándole ese aspecto de ensoñación... probando diferentes parámetros y variando la velocidad de exposición, conseguimos diferentes intensidades de esos "trazos"... no serán grandes fotos, pero es entretenidísimo jugar con los cacharros: la cámara, los filtros, la composición...





Y seguimos husmeando cada lago, cada rincón...



Cuando ya estamos hartos nos acercamos al refugio a tomarnos algo caliente.
Y volvemos a salir a intentar lo imposible... Ahora se ve toda la mole del Comalespasa... el encuadre me encanta, y la luz... no siendo la hora mágica tiene el encanto de esos días nublados... pero volveré en breve (si puedo) para repetirla con una luz suave y cálida... jeje.


Y nos despedimos de Gorka, que aún se quiere quedar otra noche, el tío!
De vuelta, el tiempo tan inestable nos regala arcoiris, nubes de evolución, cortinas de agua y demás fenómenos... decidimos acercarnos a Montserrat, que nos queda de camino. A ver si tenemos suerte con las últimas luces, que nunca se sabe.
¿Se escapará el último fogonazo de luz buena entre las nubes??



Le ponemos ganas, componemos, probamos, miramos cómo corren las nieblas entre las agujas y de vez en cuando miramos a la derecha donde tiene lugar una de esas tremendísimas puestas de Sol...



Al final, un tímido rayo cálido se escapa y nos alegra la variedad tonal con esa insólita luz a media montaña... entonces sí. Recogemos los trastos y nos volvemos a casa con la mirada cansada y esa sonrisilla tonta en la cara... como críos, jeje.

jueves, 21 de julio de 2011

Las montañas de mi vida.

Buenas amigos, llevo una temporadita más tranquilo... demasiado tranquilo.
Pero entre los calores y movidas personales no he estado con ganas de hacer fotos, ni publicar nada...
Pero no hay nada que no curen tres o cuatro redbulls, jaaaaaaaaa! Y ya estoy aquí de nuevo.

En fin, que este sábado había Luna llena (casi) y me acerqué a Ulldeter a aprovecharla... una buena sesión de fotos a la luz de la Luna, con los pies a remojo casi dos horas, jugando con la cámara a ISOs y efes... jeje.



Un ratillo muy agradable a la luz de la Luna, oyendo cantar los cárabos... y viendo las nubes correr por el cielo... acostumbrados a una vida tan estresante, es una sensación muy curiosa el estar totalmente tranquilo, sin ninguna prisa... sintiendo que todo gira y se mueve más rápido que uno... ¿será de dormir poco?

Después, tres horitas de dormir en la furgo y volver a salir a media noche... a buscar un pequeño lago. Las predicciones meteorológicas eran bastante malas, pero ya se sabe que esas situaciones cambiantes son las mejores para hacer fotos, cuando sale bien, claro.
Justo al amanecer todas las nubes que pintaban el cielo desaparecen de encima del Gra de Fajol, que es esa montaña rocosa... pero justo con un fogonazo de luz suave, filtrada entre las nubes del este, llegan unas veloces nubes... perfecto!, coloco el ND 8X para poder mover el degradado y que no se note tanto el borde.



Al cabo de escasos minutos, otro fogonazo, esta vez de luz más directa y de nuevo alguna nube que corre por el cielo, en este caso ya coloqué el ND 64, para alargar la expo.



Me sorprende la inmensa cantidad de "renacuajos" de rana vermeja y sapo común... al haber poca agua se hacen muy evidentes.

Gra de Fajol Petit.


Tenía pensado subir al Pic de l'infern, pero el cielo se tapa mucho y un fuerte viento lo hacen poco recomendable... que hay un tramo de arista afilada...
Así que me subo, por enésima vez al ya visto Gra de Fajol, que tiene unas vistas muy aéreas del valle de Setcases... mis montañas.
Bastiments, desde la subida al Gra de Fajol, con el Coll de la Marrana en primer plano.
Por cierto, ¿veis los dos montañeros a media montaña?... es más grande de  lo que parece.


A las 9:30h de la mañana estaba de vuelta a la furgo, y me fui a "comer", que llevaba despierto ya cinco horas. Y después una buena siesta, con toda la tormenta descargando, pero cuando hay sueño, qué más da.



A la tarde había quedado con los compìnches en el Montseny, a ver si cazábamos nieblas... y algo sí encontramos, pero no lo que llevamos tanto tiempo buscando...



Además teníamos que hablar de ciertos proyectos conjuntos que tenemos... pero de eso ya hablaré cuando toque, si es que toca, jeje.


Saludos y a pasar buen verano!!




martes, 21 de junio de 2011

LNH. Nueva revista de fotografia.

Tengo el placer de anunciar la aparición de una nueva revista digital de fotografia. Un proyecto de Javier Alonso, incansable e incombustible compañero.

En este primer número, además, tengo también el privilegio de participar con un artículo con fotos de mi querido Pirineo, y de que la portada sea de una de ellas.



Una iniciativa sin ánimo de lucro, de las que me gustan. De hacer las cosas con la única recompensa de haberlas hecho. ¿Qué más?



También podéis verla en el blog donde se irán añadiendo los sucesivos números.



Por eso le doy las gracias, y a los demás colaboradores de Javier, por hacer que entre todos, brille una nueva estrella en el Universo virtual.
Si la queréis descargar en PDF, aquí.

A ver si os gusta...
Saludos!

miércoles, 15 de junio de 2011

Remolinos emocionantes.

Cuando el tiempo está revuelto, cuando sales a buscar... algo.
Y no sabes qué será.
Cuando esperas unas situaciones y las espectativas se te escapan...


Fuimos al amanecer a buscar nieblas, ya que se resultaban probables por la predicción meteorológica.
Pero al amancecer está lloviendo a mares, y no tiene pinta de cambiar... nos refugiamos en la furgo, y venga a hablar, cada cual a decir más tonterías... hasta que nos asomamos a la ventana, y... cagüén!
A correr!

Una luz preciosa se cuela entre las nubes/brumas/nieblas... y nosotros con los pantalones bajados (metafóricamente hablando, eh?) en un lugar con pocas posibilidades... subimos rápido al Pla de la Calma, y aún nos da tiempo de hacer tres o cuatro fotos del MOMENTO.


Y se vuelve a tapar todo, pero no lo suficiente como queremos. Vemos que las nieblas bajan al Collformic, donde tenemos los coches... y bajamos.
Cuando llegamos al Coll, las nubes han vuelto a subir, jaaaaaaaaaaa!!
Y decidimos ir a buscar un torrente que promete.


Nos ponemos a buscar rincones, y la verdad es que el sitio, con algo de niebla puede ser la bomba... poco a poco.


Los hayedos tienen, aparte de la estética indudable de las propias hayas, un aire de misterio, de vida contenida que despierta muchas sensaciones diferentes a la pletórica vida del bosque de ribera, de los bosques mediterráneos... aquí, hay algo...

Saludos!!

sábado, 4 de junio de 2011

Atraídos por el canto de las Sirenas.

Pues salíamos de caza Enrique y yo... como buenos lobos... de mar. Pensábamos ir a Tossa al atardecer pero al pasar por Blanes, decidimos echar un ojo al acceso de la Punta de Santa Anna, que a raíz de la construcción del espigón del pueblo ha quedado "incomunicada" al desaparecer la playa a pie de acantilado...



De seguida vimos que todo seguía igual, pero embrujados por el encanto de aquellas rocas y por el aspecto de las luces que se preveían decidimos intentarlo... Nos quitamos los pantalones y las zapatillas y entramos en el agua... los que conozcáis la costa Brava sabréis que aquí la orilla es muy abrupta y de seguida pierde desnivel. Bordeando el acantilado me llegaba el agua por la barriga, y una vez metido, con unos 4000€ a la espalda en la mochila, daba pánico resbalar en las rocas pulidas y cubiertas de algas que íbamos pisando.
Con toda la lógica del Mundo, decidimos continuar, ya puestos...
Nada más salir del agua, Enrique me mira con la cara pálida y me dice "y cómo vamos a salir de aquí??" y yo ya me estaba riendo, y no paré de sonreir en toda la sesión de fotos... el lugar tiene magia. Sin duda es de lo más agradecido de la costa brava, además otros compañeros ( en especial Jep Flaqué y Camilo Margelí, ambos enlazados a la derecha de este blog) han hecho aquí algunas grandísimas fotos, y eso marca.



Yo me fui moviendo de un lugar a otro, repitiendo encuadres (no hay demasiadas opciones desde lo alto del acantilado, y bajar estaba complicado... Enrique, haciendo honor a esa técnica tan depurada de "fotografía de bajo consumo" apenas movió las patas del trípode de sitio... de hecho, en varias fotos que le hice durante la tarde SIEMPRE está en el mismo sitio, jaaaaaaaaaaaaaaaaa!!



Hay pocos lugares en que los últimos rayos de Sol incidan en una formación de roca tan hermosa y el hecho de fotografiar desde bastante arriba hace que tenga bastante protagonismo la transparencia del agua, y esos tonos turquesa, combinados con el gris de la roca, la LUZ anaranjada, y el cielo tan variable... no me puedo imaginar unas notas más hermosas en ninguna melodía de esos seres míticos, que unos llaman Sirenas y otros conocemos como Sueños, como esa fórmula de los antiguos alquimistas... una fórmula capaz de convertir algo de roca, agua y luz reflejada en un espectáculo rayando la perfección.


El hecho de quedar algo inaccesible ha atraído a una pequeña colonia de gaviotas patiamarillas, que de vez en cuando nos pasan rasantes... y lo entiendo cuando descubro un pollo acurrucado junto a un saliente de la roca. No lo molestamos y me retiro. Al buscar otros encuadres, en la repisa por donde me muevo veo un nido con dos huevos de gaviota, cagüen!
Dejaremos esos otros encuadres para otro día...



El Sol se tapa con unas nubes y parece que se nos acabará el espectáculo, pero como nunca se sabe aguantamos a pie firme, sin hacer caso de las tremendas luces que tenemos detrás, snif, snif...

Pero la perseverancia da sus frutos... Enrique, que ya había empezado a preguntar cuándo nos íbamos... y cómo haríamos... se calla de golpe al llegarnos un fogonazo de luz...


Apuramos todo lo que podemos, todas las combinaciones, con pola, con degradado más claro, más oscuro, el inverso, con el ND, en vertical, en horizontal... y los minutos vuelan... a estas alturas de la película no creo que nadie considere esta afición como algo relajante... aunque debo reconocer que hay momentos para todo... a veces me siento en una piedra y me quedo mirando, sin pensar en nada, empapándome del rumor del agua, del movimiento de las nubes, de los reclamos de las gaviotas y el dibujo de la espuma de las olas... tengo la convicción de que mientras uno vive estos momentos es incapaz de pensar en cosas malas, yo al menos siento una profunda conexión con el mundo. Y eso sin pensar.
Esas últimas luces, ya invisibles a simple vista, tan sutiles siempre sorprenden cuando las ves en la pantalla de la cámara...


Se está haciendo de noche, y aún tenemos que volver a vadear un trecho de agua... a oscuras.
Esta vez ya se nos han quitado las manías y nos quitamos toda la ropa y nos ponemos la mochila en los hombros (que a la ida se mojó bastante), el trípode entero dentro del agua y las olas míseras del mediterráneo nos parecen tsunamis que quieren engullir nuestro equipo.

Pocas veces me he reído tanto, y os juro que cuando llegué a casa me dolía la garganta y los "mofletes" de las carcajadas (más bien histéricas, jaaaaaaaaa!).
Saludos!!