Como siempre que tenemos un fin de semana entero para una escapada, nos esforzamos sobremanera en controlar todas las variables que nos permitan aprovechar al máximo el tiempo: las condiciones meteorológicas, localizaciones seguras, las posibles según mapas o búsquedas por internet, actividades alternativas según las condiciones del momento...
Cuando ya tienes todo atado, casi minuto a minuto... Miras la predicción meteorológica...
Y es un puñetero desastre.
Total, que estamos a una hora de salir de casa, y de los ocho (contando un perro) que habíamos quedado ya han abandonado cuatro (contando otra vez al perro).
Como hemos quedado en mi casa, justo antes de salir (o de no salir) miramos en el ordenador el mapa de precipitaciones y buscamos algún lugar que parezca aguantar más "seco".
Buscando ventanas de claros entre las sombras de nubes... Se prepara una buena, no ya con lluvias, que no molestan demasiado. Parece que será un fin de semana de tormentas mantenidas. Así que desestimamos la alta montaña.
Entre otras cosas, escogemos las Bardenas porque es un desierto, y se supone que en los desiertos llueve poco...
Sin preparar nada, cogemos el mapa de la zona y salimos hacia Navarra. Por suerte ya hemos estado otras veces y más o menos conocemos la zona.
Por lo menos evitaremos los mosquitos de las zonas húmedas de la alta montaña...
Durante el trayecto, ya bien de noche, todo son fogonazos de relámpagos a nuestro alrededor, y vamos perdiendo la esperanza de poder hacer algo en las Bardenas. Es una zona temible cuando llueve, ya que la fina arena se transforma en un barro pegajoso que hace imposible transitar por las pistas y caminos.
El lado bueno, es que por la zona hay castillos, monasterios y pueblos interesantes... Digamos que hay buenos planes B.
A media noche llegamos al parking del espacio natural, y nos ponemos a dormir rápidamente, que nos tenemos que levantar justo al alba, para entrar en el parque natural con las primeras luces.
No se puede pernoctar dentro del espacio, por pernoctar (son finos) quieren decir pasar la noche...
Cuando suena el despertador y hemos dormido un par de horas, nos desperezamos con tremendo esfuerzo y nos acercamos al Castildetierra, icono absoluto de las Bardenas y uno de las estructuras naturales más fotografiadas de la península.
Está tronando por doquier pero milagrosamente, nosotros nos debemos encontrar en el "ojo del huracán" o yo qué sé, pero no nos cae ni una gota encima.
Lo que sí advertimos, consternados, es que en el desierto sí hay mosquitos, gordos como libélulas, y que nos reciben con sedienta alegría.
Intentamos cazar rayos en las fotos (mientras los mosquitos nos cazan a nosotros), vamos haciendo fotos y moviéndonos juntos, para no molestarnos, ya que el lugar es pequeño. Además nos vamos comentando los encuadres y pasamos los tres casi toda la sesión con los trípodes pegados... No buscamos tener encuadres originales, eso está claro.
Aunque en un momento, y harto de los mosquitos, me voy a dar un paseo por la rambla que hay al pie del Castildetierra y encuentro una cueva en una pared de arena... Sorpresas.
Y seguimos buscando, husmeando por los alrededores, algo decente que fotografiar...
Cuando ya tienes todo atado, casi minuto a minuto... Miras la predicción meteorológica...
Y es un puñetero desastre.
Total, que estamos a una hora de salir de casa, y de los ocho (contando un perro) que habíamos quedado ya han abandonado cuatro (contando otra vez al perro).
Como hemos quedado en mi casa, justo antes de salir (o de no salir) miramos en el ordenador el mapa de precipitaciones y buscamos algún lugar que parezca aguantar más "seco".
Buscando ventanas de claros entre las sombras de nubes... Se prepara una buena, no ya con lluvias, que no molestan demasiado. Parece que será un fin de semana de tormentas mantenidas. Así que desestimamos la alta montaña.
Entre otras cosas, escogemos las Bardenas porque es un desierto, y se supone que en los desiertos llueve poco...
Sin preparar nada, cogemos el mapa de la zona y salimos hacia Navarra. Por suerte ya hemos estado otras veces y más o menos conocemos la zona.
Castildetierra. Bardenas Reales. Navarra. |
Por lo menos evitaremos los mosquitos de las zonas húmedas de la alta montaña...
Castildetierra. Bardenas Reales. Navarra. Este encuadre me gustó mucho y lo fui repitiendo con diferentes luces. |
Durante el trayecto, ya bien de noche, todo son fogonazos de relámpagos a nuestro alrededor, y vamos perdiendo la esperanza de poder hacer algo en las Bardenas. Es una zona temible cuando llueve, ya que la fina arena se transforma en un barro pegajoso que hace imposible transitar por las pistas y caminos.
El lado bueno, es que por la zona hay castillos, monasterios y pueblos interesantes... Digamos que hay buenos planes B.
Castildetierra. Bardenas Reales. Navarra. |
A media noche llegamos al parking del espacio natural, y nos ponemos a dormir rápidamente, que nos tenemos que levantar justo al alba, para entrar en el parque natural con las primeras luces.
No se puede pernoctar dentro del espacio, por pernoctar (son finos) quieren decir pasar la noche...
Castildetierra. Bardenas Reales. Navarra. |
Cuando suena el despertador y hemos dormido un par de horas, nos desperezamos con tremendo esfuerzo y nos acercamos al Castildetierra, icono absoluto de las Bardenas y uno de las estructuras naturales más fotografiadas de la península.
Castildetierra. Bardenas Reales. Navarra. |
Está tronando por doquier pero milagrosamente, nosotros nos debemos encontrar en el "ojo del huracán" o yo qué sé, pero no nos cae ni una gota encima.
Lo que sí advertimos, consternados, es que en el desierto sí hay mosquitos, gordos como libélulas, y que nos reciben con sedienta alegría.
Castildetierra. Bardenas Reales. Navarra. |
Intentamos cazar rayos en las fotos (mientras los mosquitos nos cazan a nosotros), vamos haciendo fotos y moviéndonos juntos, para no molestarnos, ya que el lugar es pequeño. Además nos vamos comentando los encuadres y pasamos los tres casi toda la sesión con los trípodes pegados... No buscamos tener encuadres originales, eso está claro.
Castildetierra. Bardenas Reales. Navarra. |
Aunque en un momento, y harto de los mosquitos, me voy a dar un paseo por la rambla que hay al pie del Castildetierra y encuentro una cueva en una pared de arena... Sorpresas.
Autoretrato en la cueva de tierra. Castildetierra. Bardenas Reales. Navarra. |
Y seguimos buscando, husmeando por los alrededores, algo decente que fotografiar...
Jajajaja!!!!
ResponderEliminarCon que te creías que los mosquitos solo habitaban en las montañas?
Aún recuerdo la última visita a esos lares, y te aseguro que me traje más picotazos que fotos a casita. Es un sitio en donde, tanto el atardecer como el amanecer se convierten en festín mosquitero, y al que hay que acudir disfrazado con fuertes repelentes, ya que, por mucha ropa "gorda" que lleves, sus aguijones son como espadas...
Te imagino a los dos días y... cuántos "pinchazos" contaste?
Son otro tipo de recuerdos que te llevas a casa pero que también sirven de aprendizaje, jejeje!!
Bueno, al hacer el equipaje para los Pirineos, llevábamos el repelente, pero la primera sesión de amanecer no nos pusimos... y fue toda una sangría. Jaja.
EliminarEl resto de sesiones quedó la cosa más tranquila, aunque nos picaban también...
Hola Antonio...de esta salida sale OLITE....
ResponderEliminarMe quedo con la primera, la cueva tiene tela con otras luces
salut
joan
La cueva, la verdad es que daría se sí, pintando con luz artificial... Queda el proyecto para otra ocasión. Otra excusa más para volver :-D
EliminarY sí, de aquí salen las fotos de Olite, jaja
¡Ei, nen!. Muy buena idea el "tapar" un poco esa luz cegadora de la boca de la cueva con ese cuerpo serrano, pero me apunto a la idea de Joan de repetirla con mejores luces (y una garrafa de Autan, je, je). Buen trabajo de todas formas, aunque esta vez puedes decir que te ha costado sangre, literalmente. Saludos.
ResponderEliminarNo sé si es peor el remedio que la enfermedad, de usar ese cuerpo para compensar esas luces... jaja.
EliminarEn todo caso, fue divertido "posar" para mí mismo.
Salut, xiquet!!
Me gusta mucho la penúltima, esos pequeños surcos son una preciosidad. Un saludo
ResponderEliminarLa verdad es que esa es de las clásicas, y lástima que no diera algo de luz directa para enfatizar esos volúmenes y texturas... Es curioso que la luz plana de los días nublados no funciona demasiado bien en este terreno.
EliminarSalut!!!
En ningún momento me imaginaba q habría mosquitos por ahí::-)....buenas texturas de tierra, tendré que parar algún día.
ResponderEliminarPues sí hay mosquitos, si... Y muchos. Antes de ir a dormir teníamos que dedicar un buen rato a "limpiar" la furgoneta de mosquitos... para poder dormir tranquilos.
EliminarSaludos a todos y gracias por pasar!!
Esta bien tener luces, pero y lo divertidos que son estos viajes! Ya me hubiera gustado poder ir con vosotros, aun y sabiendo lo de las luces chungas. Salut!
ResponderEliminarBueno, hubo momentos de malas, regulares y buenas luces. Momentos de tensión, de distensión y diversos ectéteras más. Pero sí, fue un viaje divertido.
EliminarAunque nos saliera todo al revés, jaja.