Hace unos días estuve de nuevo trasteando por Benasque, uno de mis valles favoritos del Pirineo, el paraíso de los tresmiles, y donde mora el Gigante del Pirineo... en muy buena compañía.
Antes de subir a Benasque, paramos en el magnífico Congost de Montrebei...
Impresionantes paredes, tanto para escalar, como para observar aves, o caminar por ese mítico camino excavado en la roca...
En esta foto se aprecia bien el camino excavado y el ambiente brutal, entre paredes verticales...
¿Conocéis la leyenda de Aneto?
Antes de subir a Benasque, paramos en el magnífico Congost de Montrebei...
Impresionantes paredes, tanto para escalar, como para observar aves, o caminar por ese mítico camino excavado en la roca...
En esta foto se aprecia bien el camino excavado y el ambiente brutal, entre paredes verticales...
¿Conocéis la leyenda de Aneto?
Panorámica vertical de dos fotos horizontales. |
Dicen que había un gigante malvado llamado Netú entre los Pirineos. Se sabía que cuando alguien se perdía por entre los montes y no regresaba con seguridad había sido matado por Netú. Todo el mundo tenía un pánico atroz ante tal detestable ser. Un día llegó un peregrino bondadoso que se acercó a las montañas y pretendía cruzar los Pirineos para continuar su camino al norte. La gente insistió por que no cruzase los pirineos, pero él no hizo caso. Tras varios días de caminata, llegó a un valle y vio un rebaño de ovejas. Acudió en busca del pastor para que el diese agua y comida. Entonces apareció Netú que se la negó. El peregrino respondió “veo que tienes duro tu corazón, ojalá todo tú te conviertas en piedra” y Netú se quedó petrificado. Dicen que el peregrino era Dios.
Pues bien, en esta ocasión no fui a hacer el Aneto, ni la Maladeta, ni el Maldito, ni nada... fui con la intención de pasar una noche tranquilo en uno de los ibones que hay por allí, un ibón que tiene unas preciosas vistas del macizo de las Maladetas... los "montes malditos".
Apenas pensaba en hacer fotos, y salimos del Hospital, con las mochilas a cuestas, caminando a última hora de la tarde... pensamos que casi no nos dará tiempo de llegar, y que tendremos que montar la tienda por la noche... y efectivamente.
Cuando acabamos de montar la tienda es más de noche que de día, pero es justo un momento de luz impresionante. Así que cojo el mínimo equipo fotográfico que subí, y me dediqué a hacer alguna foto crepuscular y nocturna.
Y a dormir...
Y al amanecer, ni me pensaba levantar... Jaaajaja, lo que comentaba en la última entrada, que he perdido algo de fuelle (fotográfico), pero al final, vi que las nubes se pintaban un poco, y nada... Resignación, coger la cámara y al tajo:
Y empezó el espectáculo... Es curioso, cuando menos te importa, cuando no lo buscas. Y lo encuentras. El momento.
Y es una gozada estar allí, y disfrutar de un regalo, que nada has hecho para merecerte... y al final, no deja de ser injusto que unas fotos sean mejores o peores por el hecho de algo totalmente ajeno a uno mismo como es la LUZ. Pero son las reglas... jeje.
Como siempre, los minutos pasan rápido. El momento va pasando y todo vuelve a la normalidad, poco a poco, mientras te quedas relajado, con esa sonrisilla en la mirada, de haber vivido algo hermoso, de haber sabido captar , al menos hasta cierto punto, una parte del momento que durante unos minutos hizo desaparecer casi todo lo demás.
Y desmontamos el campamento, y con las mochilas bien cargadas, aún nos acercamos al forau y la cascada de Aigüalluts... un sitio de lo más especial, unos días de lo más especiales.
Hasta la próxima aventura, saludos!
Pues bien, en esta ocasión no fui a hacer el Aneto, ni la Maladeta, ni el Maldito, ni nada... fui con la intención de pasar una noche tranquilo en uno de los ibones que hay por allí, un ibón que tiene unas preciosas vistas del macizo de las Maladetas... los "montes malditos".
Apenas pensaba en hacer fotos, y salimos del Hospital, con las mochilas a cuestas, caminando a última hora de la tarde... pensamos que casi no nos dará tiempo de llegar, y que tendremos que montar la tienda por la noche... y efectivamente.
Cuando acabamos de montar la tienda es más de noche que de día, pero es justo un momento de luz impresionante. Así que cojo el mínimo equipo fotográfico que subí, y me dediqué a hacer alguna foto crepuscular y nocturna.
Y a dormir...
Y al amanecer, ni me pensaba levantar... Jaaajaja, lo que comentaba en la última entrada, que he perdido algo de fuelle (fotográfico), pero al final, vi que las nubes se pintaban un poco, y nada... Resignación, coger la cámara y al tajo:
Y empezó el espectáculo... Es curioso, cuando menos te importa, cuando no lo buscas. Y lo encuentras. El momento.
Y es una gozada estar allí, y disfrutar de un regalo, que nada has hecho para merecerte... y al final, no deja de ser injusto que unas fotos sean mejores o peores por el hecho de algo totalmente ajeno a uno mismo como es la LUZ. Pero son las reglas... jeje.
Como siempre, los minutos pasan rápido. El momento va pasando y todo vuelve a la normalidad, poco a poco, mientras te quedas relajado, con esa sonrisilla en la mirada, de haber vivido algo hermoso, de haber sabido captar , al menos hasta cierto punto, una parte del momento que durante unos minutos hizo desaparecer casi todo lo demás.
Y desmontamos el campamento, y con las mochilas bien cargadas, aún nos acercamos al forau y la cascada de Aigüalluts... un sitio de lo más especial, unos días de lo más especiales.
Hasta la próxima aventura, saludos!
Algunas con magia, otras sencillamente espectaculares, pero todas con esa chispa que los enamorados de estas montañas descubrimos en ellas. Me ha gustado volver a leerte, nen. Un abrazo de tu amigo.
ResponderEliminarGracias Vicente! Ahí andamos, la verdad es que no paro, aunque no suba cosas al blog, jaaaajaja.
EliminarPero vaya, que la rata, no está dormida, en absoluto, lo que pasa es que ahora tiene una dieta ligeramente diferente...
Jajajaja!! "Resignación, coger la cámara y al tajo!"
ResponderEliminarVeo que esta vez no te has dedicado a sacar fotos al mediodía, eh?! Y que esa pequeña ratilla que llevas dentro te ha pedido comida, eh?!
Vivir el momento es genial, pero si aparte de eso te lo llevas en imágenes... se sale!!
Un abrazo!
Jaaaajaja, si tío... la verdad es que llevaba algo de equipo por no ir "en bolas"... y que me pasara lo que me pasó, unos momentazos, jaaaajaja.
EliminarPero no fue una excursión pensada en hacer fotos... lo que son las cosas.
Y lo mismo te digo, mi rata (yo tengo una musaraña) tiene un hambre voraz... aunque no sólo de fotos :-)
Un abrazo!
paísajes grandiosos!!! bellísimas tomas!! un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Hilde. Los Pirineos... :-)
Eliminar¿No se ha roto la cámara al fotografiar nubes de colores? ... 8^) Ya tocaba nen! La segunda nocturna simplemente se sale! La veo super elegante.
ResponderEliminarPor cierto para no llevar pensado hacer fotos veo que descargaste la metralleta!
Jaaajaja, y las nubes de colores me pillron a traición... si es que no tengo remedio, jaaajaja.
Eliminarla metralleta siempre está a punto, aunque a veces no tenga munición... jeje.
Venga nen, y ya se debe acercar el MOMENTO... que vaya todo bien, colega!
Abrazos!
Bonita entrada, y bonito relato del Sr. Netú!
ResponderEliminarVa bien desconectar un poco eeeh!
Un saludo company!
Fran :-)
J'adore votre blog et vos photos sont splendides !!
ResponderEliminarAmoureuse moi aussi de la nature et des montagnes, je suis touchée par ces images...
Aupa pequeñín!!
ResponderEliminarNo había visto esta entrada... Menos mal que no ibas a hacer fotos ;º)
Sin duda la segunda nocturna, la de la luna sin su refejo. Muy chula.
Dale bien de pienso a esa ratilla y ya verás cómo se pone!! ;º)
Agur!!!