El día gris.

Pues me había quedado en unas fotos de detalles de cierto valle del Pirineo oriental, uno de mis lugares de peregrinación cuando no tenía coche y me tenía que desplazar en tren y andando...

Y me sigue despertando idénticas sensaciones, supongo que grabadas al fuego de la juventud, de la ilusión, de las expectativas de una mente joven y abierta...

Pues bueno, os enseñaré algunas vistas más abiertas, pero el día era de ésos que son un quiero y no puedo... eso sí, la luz difusa nos dejó hacer fotos a nuestro antojo... fotos chungas, sí, pero al menos, salvables... jeje.

Es un torrente de montaña con infinidad de saltos y rincones de roca granítica labrada por las aguas bravas de alta montaña.

Y el lujo que representa llegar a un lugar "virgen", con la hoja de ruta en blanco y tener que empezar de cero, buscando accesos, buscando puntos de vista... conociendo como no lo hice caminando este valle.

De esta manera, al mirar con otros ojos, con ojos de paisajista, redescubro uno de mis lugares preferidos... hice aquí decenas de excursiones, de acampadas, de escaladas, de cursos de montaña...

Y la cosa es que este día se esperaban intensas nevadas, y uno de ésos temporales de "mal tiempo",
pero está claro que ni con el mal tiempo, tengo suerte, cagüén!

Después de una buena siesta en la furgo, decidimos ir bajando, que ya tenemos "todo el pescao vendido"... y mientras conduzco por la nacional de vuelta a casa, empieza un espectáculo de luces por todos lados, debido a un claro providencial en el cielo, y se me desgarra el corazón, jaaaaajaja.
Es que lo mío no tiene arreglo... y aún me duelen las manos de apretar con rabia el volante de la furgo y  las quijadas de apretar fuerte las mandíbulas... aguantándome las ganas de gritar y mandar a tomar por saco a los amaneceres, atardecers, madrugones, al google maps y al TPE, y a todas las horas preparando sesiones... jeje.

Saludetes a todos!