La manada de los lobos hambrientos.

Esa es la sensación que tenía entre varios compañeros montañeros/fotografos de Fotonatura cuando nos juntamos en Benasque este pasado fin de semana... un grupo de lobos en expedición de caza.

Ya sabéis que soy un lobo solitario... pero a veces, cuando hay que cazar grandes presas se agradece la compañía de otros lobos, hasta de algún cordero (ese Nen!!) jeje.

Tres colegas de Barcelona ( Enrique, Dani y yo mismo) salimos después de currar dirección Benasque... llegamos al sitio convenido a eso de las 2 de la madrugada... bien pasadas.
El despertador suena a las 4 ¡¡¡¡!!!!!!!!! cagüen, que vida más arrastrada que llevamos.
Salimos al fresco montañés y vamos a encontrarnos con los demás integrantes de la manada... en total somos seis, Juan Carlos y Francisco José ( de los Madriles) y Vicente (de Valencia) más los tres de Barcelona.

Faltó Esteve, que andaba por ahí entre perdido y no encontrado (mil perdones!!)... fallo de organización... pero es que somos montañeros, tipos de acción... la logística no suele ser nuestra mayor virtud (de tener alguna).

A las 4:30h estamos de camino, aunque los compañeros aún se hacen los remolones en las furgos/coches... vamos subiendo y ellos ya nos pillarán...

Llegamos a los lagos de Villamorta aún muy de noche, aprovechamos para investigar si hay agua en algunos charcos de la zona con "peluches"... ¿no os suena esta foto? (es el mismo lugar que la última foto de la anterior entrada).
Cuando empieza a clarear llegan los compañeros y nos saludamos reciamente, con rudos palmazos en la espalda... como los brutos que somos.

Las luces son más bien poca cosa... el ambiente es menos que poca cosa, pero vamos haciendo fotos... disfrutando del lugar y del hecho de jugar con la cámara...

Yo por mi parte decido subir a un pequeño lago que queda arriba, y descubro una preciosa cascada...

Un encuadre magnífico incluyendo el inicio del salto...pero me queda a contraluz... habrá que volver (mejor de tarde). También hago alguna vista más aérea del Ibón superior... por hacer cosas diferentes, que ya es la tercera vez que estoy en estos lagos.

Vicente, el tío!, se ha olvidado la cámara y a media subida baja a buscarla pero ya no sube... nos extrañamos... ¿dónde se habrá metido este hombre?. Pensamos que quizás se haya encontrado a Esteve... incluso que se haya vuelto a meter en el saco, jaaaaaaaaaaaa!!

Se acaban las luces y vamos bajando, ahora ya nos vemos las caras (no conocíamos a Francisco) y vamos charlando... que si dónde andará Vicente, que si subiremos allá, que si patatín... A Vicente lo encontramos comiendo, sentado en el maletero del coche, nos había ido a buscar a la cascada de Aigüalluts... dos veces!!!!!!!!!!

Y por si se había quedado con ganas, decidimos ir todos hasta Aigüalluts, juas juas!!! Y se pone a chispear... y a llover. Algunos aún probamos de hacer alguna foto, pero el fuerte viento hace caer una lluvia muy lateral... imposible.

Casi no se aprecia pero en el lecho del torrente está Paco Pepe, intentando lo imposible... hacer una foto de la cascada de Aigüalluts. 

Nos paramos a almorzar tan tranquilos bajo la lluvia... como si hiciera un buen día de picnic (Dani y Enrique me parece que flipaban, jaaaaaaaaaaaaa) hasta que nos autoconvencemos de que no parará... estamos chorreando agua, así como las mochilas y las cámaras... en fin.
Bajamos a Benasque a comer y secar nuestras humanidades al calor de un bar... toda la tarde lloviendo fuerte.
Charlamos un poco de todo y un mucho de fotografía y de lo buenos que somos nosotros y lo malos que son todos los demás... lo normal, vaya... jeje.



Vamos a dormir al balneario de Benasque... al parking... en los coches/furgos... no os penséis!! jeje.
Los lobos no van a los balnearios...

Al día siguiente la idea es subir por la noche hasta los lagos de Alba y ver amanecer desde allí...
En la subida el camino nos sorprende por la verticalidad, no es difícil pero tampoco es el típico sendero tranquilete. Tras alguna crisis de fe, llegamos arriba... corriendo, casi. Para variar.

Sobre los tresmiles ha caido una ligera nevada y están las montañas preciosas, vestidas de gala.
El Ibón de Alba aún tiene bastante cubierta de hielo, no obstante es un contraluz francamente difícil de solventar... la temperatura sumada al fuerte viento nos dejan las manos y los pies entumecidos...

decidimos ir bajando y paramos a almorzar en un colladito con unos charcos de lluvia, con unos preciosos pinos negros. Ideal sitio para una noche al raso (nota mental!).

Y volvemos a emprender la bajada ... y vamos lentos y con poco estilo... pero bajamos, jajaaaaaaaa!!
Y la cosa se va acabando, nos despedimos largamente de los compañeros y cada mochuelo a su olivo... más o menos.
Este ha sido un fin de semana más social que fotográfico, no estoy especialmente orgulloso de las fotos que me traje, pero desde luego que lo hemos pasado (yo al menos) en grande... de esos días que no te importaría repetir... y que habrá que repetir, sin duda.
Saludos!!