Entre el azul y el blanco.

Llevo unos días desganado, formateando PCs y demás alegrias...
En fin, que el fin de semana pasado estuve con unos amigos (dos guerreros de la montaña: Cèsar y Mireia) estuvimos haciendo montaña en el Macizo de las Maladetas, con esquís.
La idea original era escalar el corredor Norte del Margalida, pero no pintaba bien el tiempo y decidimos probar algo más tranquilo: el corredor Norte de la Maladeta, via corta y elegante para alcanzar esa gran monataña, combinando el esquí con el alpinismo.
Salimos del parking del Hospital de Benasque, prácticamente con los esquís en los pies y vamos remontando las pistas de esquí de fondo... qué diferente el cabalgar ligero de los "fondistas" a nuestros pesados y contundentes equipos...

Vamos a ir a dormir a la Renclusa... curiosamente nunca he estado dentro del refu ¡¡¡!!! Y eso que he estado decenas de veces en la zona. Para acceder al refu decidimos dar una vuelta y subir el Pico de Paderna, gran montaña desde el Valle, y precioso mirador.

Pero cuando llegas a su cima descubres las verdaderas dimensiones del Macizo... ves la Maladeta allá, 700m más arriba. Ya es un poco tarde y vemos como la luz va cambiando de tono...

Al final, no usé ningun degradado, y el pola hizo destrozos en alguna foto... esos cielos tan azules a veces se estropean con el uso del polarizador, que oscurece demasiado zonas del cielo, creando efectos raros...de material fotográfico llevo sólo la D7000 con el 17/50 2,8,  un trípode bastante ligero (1,3 Kg) y una bandolera con degradados y el dispa.

La bajada del collado resulta ser muy vertical y no muy esquiable, así que desgrimpamos unos metros. El cielo se va incendiando y ya reina el aire mágico del atardecer.

Llegamos al Ibón de Paderna y digo a mis compañeros que se adelanten que quiero hacer alguna foto de los meandros... hago las fotos a pulso y con los esquís en los pies... esto no es manera de hacer fotos...

Pruebo tres encuadres y comienzo la última bajada hasta el refu, con unas luces de ensueño a mi espalda y detrás del Pico de Paderna... no tengo buenos encuadres y no me paro. Se hace de noche. Hay nubes y paso de hacer nocturnas como tenía previsto... el trípode, de adorno.

Al día siguiente nos espera una larga jornada de montaña, y salimos del refu aún muy de noche, un frio intenso nos muerde en las manos y la cara, a pesar de manoplas y pasamontañas. No saco la cámara hasta que las luces ya están en su punto... cada vez que paro a hacer unas fotos, mis compañeros me ganan unos segundos, que después hay que recuperar, aunque me lo tomo con calma. Esta es la primera "esquiada" que hago esta temporada ¡¡!!!

Llegamos al pie de la MiniCara Norte de la Maladeta y ya le vemos mala pinta al corredor, pero aún así probamos... yo soy cabezón, pero Cèsar... tela!

En la primera tirada ya vemos que la cosa no tiene futuro y desgrimpamos y decidimos subir por la normal, el Coll de la Rimaya. Hace rato que sopla un viento que arrastra nieve  que nos castiga la cara y se nos cuela en las mochilas cada vez que las abrimos. Aquí hay una pendiente de unos 50º y arriba nos espera un viento cruel, y despiadado que nos desequilibra al andar... ¿ya he dicho que somos cabezones?? jaaaaaaaaaaaaaa!

Me adelanto en la subida y cuando llego arriba, el viento aún es mucho más violento. la vista es abrumadora, el enorme lago de Cregüeña abajo, un mar de nubes infinito. Allá asoma el Posets, el segundo gigante pirenaico.

Un pequeño y espantoso video... para intentar captar un poco el ambientillo reinante. Creo que es la primera grabación que hago con una reflex, ya que en la d300s, nunca me dió por ahí... y puede ser un suplemento interesante a la fotografía estática.
Perdonar el movimiento... entre el viento y que me tiembla el pulso... jeje
Al menos os podéis hacer una idea de la banda sonora de casi todo el día....

Busco resguardo en alguna roca, pero nada... me coloco en un espolón desde donde veo la parte alta del corredor de la Rimaya, y espero... veo que suben encordados... por eso tardaban tanto!!!
Es curioso que en estos sitios tan inertes te sientes tremendamente vivo... supongo que por contraste, por cansancio, por el esfuerzo que te devuelve a un estado de concentración

Cuando llegan, hacemos cima y bajamos rápido, que no está el horno para bollos, además, por momentos el cielo se va tapando y parece hacer más frio aún.

Guardo la cámara dentro de la mochila, echamos un trago de agua (la mitad ya es hielo) y bajamos por una nieve extremadamente cambiante, y mala de cojones... de lo peor que me he encontrado en mi carrera montañera... acabamos haciendo diagonales y vueltas marías (girar estando quieto).
Una vez pasado el refu, la nieve está mejor y ahí si disfrutamos como enanos, encadenando giros, saltitos y demás... y después a "remar" hasta el coche, que la parte baja del valle es muy plana y apenas se deslizan los esquís...
Sin duda, un buen fin de semana... lleno de sensaciones, esfuerzo físico y buena compañía.
En estos casos, la fotografía siempre es algo secundario, en la montaña la rapidez es seguridad. Y también es seguridad que los colegas no te corten la cuerda por ser tan pesado con la cámara "tol día, un momento porfi", jeje.
Saludos!!